“Estamos en la primera línea y batalla a batalla ganaremos la guerra, pero será un camino difícil y no seremos los mismos después de esto”.

Enviado por prensa el Mar, 12/05/2020 - 00:00
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Sara Amores es una enfermera de 25 años con cuatro de trayectoria. Observadora a la par que, despistada, a Sara le encanta poder aprender cosas nuevas y trabajar en cualquier sector relacionado con la enfermería, bien sea un hospital, bien medicina estética. A pesar de la crisis sanitaria que está viviendo en primera línea, Sara no decae en su optimismo y sigue considerándose una persona feliz, tanto personal, como profesionalmente hablando. 
 

MJG / Ciudad Real


¿Cuándo empezaron a llegar los primeros casos al Hospital General Universitario de Ciudad Real?
Pues si no me equivoco fue como en el resto de España, paulatinamente. De los primeros casos, uno de los más sonados fue el de Rubén, un joven peluquero de Daimiel. Este municipio, junto a Tomelloso son de los más afectados de la provincia.


¿Cómo se gestionaron?
La gestión fue como la que se realiza ahora. Al entrar por urgencias con síntomas se les aísla, se les hace la PCR (siglas en inglés de “Reacción en Cadena de la Polimersa”), un tipo de pruebas de diagnóstico que se llevan utilizando durante años en diferentes crisis de salud pública relacionadas con enfermedades infecciosas, y cuando se confirma el positivo se inicia el tratamiento y la observación de su entorno.


¿Ha visto evolución en esa gestión entre el inicio de la pandemia y el estado actual?
Si, al principio había mucho más miedo y desorganización y, aunque ahora sigue habiendo ambas cosas, cada vez nos acostumbramos más a trabajar con estos pacientes, somos más ágiles al ponernos los famosos EPIS y hay menos desconocimiento, lo que facilita que todo se haga mucho mejor.


¿Qué tareas ha tenido que asumir como enfermera?
Las tareas han sido las mismas que realizamos normalmente, pero extremando las precauciones: administrar la medicación, canalización de las vías periféricas, evitar complicaciones y, sobre todo, cuidar y apoyar al paciente, ya que están aislados y solos. El personal sanitario es al único al que ven por lo que al final somos su familia. El apoyo y la compresión en estas situaciones es fundamental, ya que en los pacientes (y más en enfermedades desconocidas como el COVID-19) el nivel de ansiedad que tienen es muy alto. Vernos a nosotros tranquilos y dándoles ánimo les ayuda mucho para luchar contra este virus.


En el candelero informativo está la cuestión de los EPI´s, ¿cuál es la situación en el HGUCR?
Bueno, como en el resto de hospitales no tenemos los suficientes.  Lo ideal sería tener uno para cada habitación, pero no es posible por falta de recursos, asique ahora mismo se están usando y esterilizando para aprovecharlos dos veces, como ya digo lo ideal sería solo una puesta y uno para cada habitación, pero es imposible.

¿Hay mucho personal sanitario contagiado?
Si, estamos en contacto 8 horas al día con el virus, tanto en las plantas dedicadas al COVID-19, como en las que no, donde también aparecen casos. Al final el estar tan expuesto sumado a otros factores como la saturación de trabajo, el estrés, la falta de material, compañeros que siguen trabajando con síntomas hasta que les hacen el test...hace que contagiarte sea muy fácil.


¿Cuáles diría que son las principales características del paciente con coronavirus? ¿Cómo se podría definir? 
No hay unas características claras, todos nos podemos contagiar de COVID-19, lo que si influyen son los factores de riesgo que tú tengas (obesidad, problemas respiratorios, problemas cardíacos…) para desarrollar complicaciones, pero todos somos susceptibles a contagiarnos.


¿Cuáles son los principales problemas que plantea?
Hay varios problemas. Primero las complicaciones de la propia enfermedad, aunque se dan en un tanto por ciento bajo de la gente que se contagia, al propagarse este virus tan rápidamente, es mucha gente la que tiene esas complicaciones y es una carga de pacientes y de trabajo extra con la que los hospitales no cuentan, ningún hospital tiene recursos para una pandemia, están preparados para las enfermedades comunes.
Y luego hay otro problema y es que al estar los hospitales colapsados por esta enfermedad, se dejan de lado el resto de patologías, véase patologías crónicas, tumores… lo que hace que aun cuando se resuelva el COVID-19, a los sanitarios nos siga quedando mucha carga asistencial, ya que habrá que atender el resto de patologías que no se han podido atender en estos meses, cirugías retrasadas, pruebas aplazadas… etc.


Uno imagina que el médico es bastante más inaccesible que un enfermero, más en una situación de pandemia sanitaria, ¿están siendo ustedes, los enfermeros, cauces entre pacientes y familiares?
Si, los enfermeros y auxiliares de enfermería somos los que estamos más en contacto con los pacientes, por lo que somos como decía antes su único apoyo, hacemos lo posible para que hablen con sus familias a través de videollamadas, llamadas a la habitación… etc., es lo único que les da ánimos en esos momentos.


¿Cómo tratan de mitigar la soledad y el aislamiento que sufren estos enfermos?
Animándolos, a través de las llamadas con su familia como comentaba, siendo siempre positivos con ellos, restándole importancia a la situación.
Si ellos nos ven preocupados aumenta su ansiedad, tienen que vernos sonrientes, que parezca que todo está controlando para que confíen en nosotros y en que van a salir de esa situación.


¿Puede contarnos alguna anécdota positiva, que refleje la intimidad que se da entre enfermero y paciente?
Muchas, desde las abuelitas que te dicen que tienen un nieto soltero, hasta las que te suben la moral diciéndote lo buena que eres. Al final pasas más tiempo con ellos que con tu familia y creas un vínculo muy especial , hay mucha confianza y te ríes y hablas como si llevaran en tu vida años.


Sobrellevar un desenlace fatal es duro, pero cuando hay que sobrellevar muchos, sobrevienen los cuadros de estrés. ¿Ustedes tienen que entrenarse especialmente o hacer algún tipo de psicoterapia para poder manejar esta situación tan reiterada en la pandemia?
No, ahora con el COVID-19 nos han ofrecido ayuda psicológica de parte del equipo de psicólogos y psiquiatras del hospital.
Pero al final es parte de nuestro trabajo, aprendemos a convivir con la vida y la muerte, estamos presentes desde el inicio de la vida hasta que esta se acaba, y nuestro trabajo siempre es cuidar, dar apoyo, consuelo, ánimo a la familia… Ahora es más duro por que como ya digo los pacientes no pueden estar acompañados por lo que aparte de hacer nuestro trabajo, somos los únicos, junto al resto de sanitarios, que podemos darles la mano en sus últimos momentos.


Oretania Ciudad Real trabaja con un colectivo vulnerable, ¿qué medidas recomienda tomar a las personas con discapacidad?
Extremar la precaución más si cabe que con el resto de la población, ya que las personas con discapacidad muchas veces no son capaces de comunicar que síntomas tienen o si se encuentran mal contarnos que les pasa con exactitud.


¿Y al personal que los asiste en residencias, qué les recomendaría?
Sobre todo, observarlos, ver si presentan dificultad respiratoria, si pierden el apetito, si se sienten muy cansados, o tienen episodios de náuseas y diarrea para así estar alerta y avisar a las autoridades sanitarias. El personal que atiende a las personas con discapacidad, al estar tan en contacto con ellos, los conoce muy bien, por lo que detectarían enseguida cambios en su estado.


¿Ha tenido atendido algún caso de persona con discapacidad en esta pandemia? 
No, no se me ha dado el caso.


Determinados profesionales y expertos sanitarios han llegado a sugerir ‘sacrificar’ a personas con discapacidad por esa sola condición, a la hora de administrar los medios asistenciales disponibles para afrontar la epidemia por COVID-19. ¿Se ha dado algún caso de esta magnitud en el HGUCR?
Hasta donde yo sé, no he tenido conocimiento de ello.


¿Cree que hay poco reconocimiento para los enfermeros? 
Si, ahora es cuando la población se da cuenta de la importancia de los cuidados que prestamos, nosotros y el resto de los sanitarios. Los enfermeros para la población siempre estamos a la sombra de los médicos, cuando realmente somos un equipo asistencial, cada uno tiene sus funciones y todas igual de importantes e imprescindibles.
Los auxiliares de enfermería creo que también son un equipo muy poco valorado por la sociedad y que hacen una labor fundamental.
Por ponerte un ejemplo, cuando estas enfermo, es cuando te das cuenta que es igual de imprescindible el que te pauta el tratamiento, el que te canaliza una vía periférica para ponerte la medicación y la persona que te cambia el pañal cuando no eres capaz de moverte.
Pero solo nos damos cuenta de ello cuando estamos en esa situación tan vulnerable.


¿Opina que esta pandemia cambiará esa visión?
No lo sé. La sociedad española nos caracterizamos por tener poca memoria. Espero que cambie esa visión, que la población se acuerde del esfuerzo que hicimos en estos meses y de toda la carga asistencial que se nos avecina, del miedo que tenemos por contagiarnos y a su vez contagiar a nuestra familia, de la ansiedad que produce esta situación y de la gran responsabilidad que tenemos para salir de la pandemia. Estamos en la primera línea y batalla a batalla ganaremos la guerra, pero será un camino difícil y no seremos los mismos después de esto.


¿Qué mensaje lanzaría a la sociedad general en este tiempo de crisis sanitaria y a las personas con discapacidad en particular?
 Siempre soy optimista, saldremos de ésta. Estoy convencida de que tenemos los mejores profesionales de la salud, como ya he dicho, será duro, pero saldremos antes de lo esperado. Quedaros en casa. Cuidaros para cuidarnos a nosotros y sobre todo mantener la calma.No hay mal que 100 años dure .


 

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