Realizada por Ciudad Accesible con motivo de los actos propuestos por el Ayuntamiento de Ciudad Real con motivo del Día Internacional de la salud de la mujer.
Una vez más, y como es habitual, ‘Ciudad Accesible’ cogió el guante lanzado por el Ayuntamiento de Ciudad Real y más concretamente la Concejalía de Igualdad en lo que han sido las I Jornadas de Género y Salud, con motivo del Día Internacional de la salud de la mujer.
Los objetivos de estas jornadas versaban insistiendo en que la igualdad de género en la salud es esencial para poder brindar atención equitativa a todas las personas.
El sesgo de ´genero en la esfera de la atención en la salud se pone de manifiesto en el lento y, en ocasiones, inexistente, reconocimiento de los problemas de salud que afectan a las mujeres en particular.
Por eso, con esta iniciativa se ha querido poner sobre relieve la necesidad de que el método usado por el sistema sanitario, en el análisis de las estructuras, en la investigación, en la detección de las enfermedades y su anterior diagnóstico y en las terapias a aplicar tengan perspectiva de género.
En estos términos, es igual de importante valorar la perspectiva de la accesibilidad en los recursos sanitarios, una circunstancia que nuevamente Ciri del Campo, presidenta de Ciudad Accesible, puso sobre la mesa, haciendo pensar a la sociedad sobre si vivimos en un entorno accesible y si nuestro sistema sanitario lo es, ya que además, este hecho está directamente relacionado con la calidad de dicha asistencia sanitaria, convirtiéndose por esta razón en una de las principales demandas de la ciudadanía.
Orientar los servicios para ofrecer mejores niveles de accesibilidad implica el esfuerzo y compromiso de todas las unidades de cualquier hospital o clínica, sea público o privado, a la vez que requiere una coordinación adecuada, pudiendo incluso contemplarse el crear Unidades de Apoyo al Área de Accesibilidad, donde se podrían implantar una serie de indicadores como trazadores de la accesibilidad, tanto desde el punto de vista de la percepción de los usuarios en cada uno de los procedimientos que se llevan a cabo en el sistema sanitario, como en el tema de plazos de respuesta a la atención en materia de accesibilidad que precisan.
Las principales carencias a las que se enfrentan el colectivo de personas con diversidad funcional y por supuesto, las mujeres son los largos procesos de acceso a los servicios sanitarios, en muchos casos derivados de la cronicidad del paciente y/o la falta de coordinación entre profesionales y la necesidad de desarrollar procesos de atención multidisciplinar que atienda las necesidades de los pacientes, los cuidadores y sus familiares. Por otro lado, existen las barreras de accesibilidad relacionadas con sistemas de información y comunicación y, por último, y no menos importantes, las barreras físicas en los entornos sanitarios que garanticen un verdadero sistema sanitario inclusivo.
En este sentido, la solución pasa por diseñar un sistema más ajustado a la realidad, a las necesidades de este colectivo de personas y mujeres con diversidad funcional y que ellas sean una parte activa e imprescindible en esos diseños.