Arrancó con algunas dudas pero, 30 años después, el proyecto "Handicirque", de la escuela de circo de Bruselas, se ha consolidado como un referente en la ayuda y la inclusión a las personas con una discapacidad.
El director de la escuela, Vicent Wauters, reconoce en una entrevista a Efe que al principio no estaba convencido del éxito que podía tener el proyecto.
Wauters defiende que no hay diferencias entre los alumnos con alguna discapacidad y el resto.
"El esfuerzo y la energía que los alumnos ponen en los ejercicios es la misma que cualquier otro artista", asegura.
El proyecto parte de la base de que cualquier persona puede aprender las artes circenses y de que la magia del circo consigue eliminar los hándicaps y ofrecer inclusión y desarrollo personal a personas con discapacidad, explica a Efe una de las profesoras del taller, Tania Fernández.
Malabarismo, equilibrismo o trapecio son algunas de las actividades que realizan los alumnos de Handicirque, unos ejercicios que son adaptados con el fin de desarrollar el potencial creativo, expresivo y social de cada persona.
Según esta profesora, los objetivos del proyecto "son el bienestar, pasar un buen rato y estar en grupo", además de promover la inclusión y el desarrollo personal.
Los ejercicios ayudan a mejorar la psicomotricidad, las interacciones sociales y refuerzan la confianza de los alumnos en sí mismos "porque se superan mucho haciendo las diferentes técnicas", dice Fernández.
Handicirque "es magia" y supone un intercambio continuo entre alumnos e instructores, donde los profesores también aprenden de la capacidad de superación y de la actitud proactiva de los alumnos, añade.
Las artes circenses son muy variadas y en la escuela ofrecen una amplia variedad de talleres para personas de todas las edades, por lo que cada alumno puede encontrar la actividad que más le gusta y puede desarrollar una técnica en particular.
La escuela también ofrece formación especializada para formar a profesores de circo con las habilidades necesarias para dirigir las clases de Handicirque, aprendiendo una metodología basada en "un espíritu lúdico que despierta confianza, respeto y placer".
En la actualidad, unos 150 alumnos con discapacidad acuden a las clases de Handicirque: algunos se inscriben de manera individual y otros van en grupo, procedentes de instituciones como centros de día y escuelas especiales.
Con motivo del 40 aniversario de la Escuela de Circo de Bruselas, la reina Matilde de Bélgica visitó el centro, donde presenció un taller de Handicirque y se interesó por la labor de formación que llevan a cabo en la academia.
Matilde de Bélgica, que tiene formación en psicología y logopedia, habló con algunos alumnos sobre su experiencia en el taller.
En el marco del aniversario de la escuela circense se organizará un festival de cuatro días a finales de junio en el que están programadas presentaciones, talleres y una mesa redonda para dar a conocer el proyecto Handicirque y la pedagogía inclusiva.