La felicidad se alcanza por la inclusión

Enviado por mjose_1 el Sáb, 29/06/2019 - 00:30

El ciudadrealeño Carlos Vallejo cumple su sueño desde pequeño y se convierte en uno de los primeros ciudadrealeños con síndrome de Down en tener el título de ESO

El día de la graduación es siempre una jornada de ensueño para cualquier joven y lo es mucho más si la etapa que se concluye era un sueño casi inalcanzable y que ha servido a Carlos Vallejo para demostrar que la palabra inclusión no tiene límites y que «la felicidad absoluta» puede estar en una orla.

Vallejo recogió ayer el título de ESO en el IES Maestre de Calatrava junto a otros siete compañeros que han concluido la FP Básica de Administración y Servicios. La diferencia entre Vallejo y el resto ha sido su lucha, ya que además de superar los exámenes ha tenido que saltar las barreras que conlleva tener síndrome de Down. «Para obtener el título he tenido muy buena suerte y he estudiado un montón», dijo el joven ayer, momentos antes de recoger su diploma. La suerte tiene nombres y apellidos, los de sus compañeras y compañeros que han peleado en cada clase del curso porque estudiara y «rompiera sus límites». Ayer, ellos también recibieron su recompensa con forma de «un diploma al compañerismo» que Carlos les entregó. Mientras, el estudio ha sido una constante en su vida, con una familia que le ha apoyado en cada tramo hasta que hace unas semanas hizo la última prueba de Matemáticas, tras pasar días de «agobio» y de quedarse hasta «las 12 de la noche» entre los libros.
«Lo que logro hoy es la felicidad total y en estado puro», comentó su madre, Carmen Abad Rubio. «Han sido muchas las trabas que han puesto de siempre» pero el título de ESO se logra al creer en su hijo. «Ha habido momentos no de tirar la toalla pero sí que nos ha costado mucho seguir adelante» hasta que se logra dar, dijo, con un instituto como el Maestre de Calatrava.
La jefa de estudios del instituto, Trinidad Nieto, explicó que el título de Carlos supone «una satisfacción tremenda» no solo por el logro personal para él sino también por lo «querido» que ha sido en el centro, como una muestra de la inclusión real de sus alumnos. De hecho ayer, la primera vez que subió Carlos Vallejo al escenario hubo una ovación cerrada en el Paraninfo, una muestra de que es un estudiante único. Hay que tener en cuenta que Vallejo es el segundo titulado en ESO con síndrome de Down en los últimos años del instituto. «Carlos ha conseguido el título de ESO con un camino complicado, ya que ha tenido sus baches, sus más y sus menos», dijo Nieto.
Después de ayer, Carlos Vallejo se despierta este viernes en el sueño de ser una de las pocas personas con síndrome de Down con un título que le abre la puerta a su siguiente sueño: ser celador en el Sescam. Desde que veía la serie Hospital Central siempre quiso tener ese empleo y ahora estudiará para conseguirlo con cursos que le den puntos y que le preparen para las oposiciones, para que como todo joven de 18 años tenga a su alcance, con esfuerzo, ser aquello que siempre quiso ser. 

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