Se han jugado la vida por su país, en lugares como Irak o Afganistán, y han sufrido graves heridas. Tienen secuelas traumáticas, pero han logrado sobrevivir y ahora les sube la adrenalina al volante de un monoplaza. El objetivo, competir en las 24 Horas de Le Mans: "Estamos cerca".
En 2006, Martyn Compton estaba destinado en Afganistán. Salió vivo, pero sufrió quemaduras en el 75% del cuerpo. Tras cinco años de rehabilitación y más de 500 horas de quirófano, le contaron que había una escudería formada por heridos de guerra británicos.
Se trata del equipo BRIT, que ha ido creciendo con un objetivo: competir en las 24 Horas de Le Mans, la Meca del automovilismo de resistencia: "Estamos cerca".
El equipo, patrocinado entre otros por el cantante de Coldplay, incluye también a Ashley Hall. Él era artificiero, destinado también en Afganistán.
Ante el aluvión de peticiones, el equipo admite ya todo tipo de discapacitados, no sólo heridos de guerra. El más conocido, Nic Hamilton, el hermano pequeño de Lewis. Su parálisis cerebral no es, ni mucho menos, un freno.