David Pablo es un joven de 34 años, conducir de un tráiler frigorífico en rutas nacionales e internacionales. Con trece años de experiencia a sus espaldas, actualmente trabaja en la empresa logística Codaitrans de Daimiel. Él, como tantos otros, se ha convertido en uno de nuestros héroes sin capa durante esta pandemia. Tanto en el confinamiento, como en la desescalada, su trabajo ha seguido desarrollándose enfrentándose en primera línea al Covid-19.
MJG / Ciudad Real
¿Cómo se actuó la empresa para la que trabaja cuando se decretó el Estado de Alarma?
La verdad que, a todos, la situación nos pilló un poco de sorpresa. Ante el decreto y sabiendo que somos trabajadores esenciales tratamos de actuar con toda la precaución posible. Desde la empresa nos proporcionaron mascarillas y guantes y nos pidieron que mantuviéramos las distancias con todo el personal de todas y cada una de las oficinas que visitamos.
¿Qué recuerda de esos días?
La palabra que define estos días ha sido soledad. Soledad en la carretera. Soledad porque no teníamos servicios a nuestro alcance con todo cerrado. No teníamos sitios para ducharnos, comer o tomar un simple café. Hemos tenido la sensación de que nos han dejado tirados. Una sensación de abandono, en definitiva.
¿Se nota la desescalada, ha mejorado la situación de su sector?
Poco a poco se va notando, la verdad. Hay muchísimas normas de seguridad, pero se percibe que la gente sigue teniendo miedo.
En estas circunstancias, ¿ha aumentado su trabajo?
Actualmente, el sector de transporte de alimentación tiene movimiento, pero no hay la locura de viajes que teníamos al inicio de la pandemia.
¿Qué medidas de protección utiliza?
Las más populares entre todo el mundo y a la vez más recomendadas. Utilizamos guantes, mascarillas, hidrogeles y alcohol.
¿Qué ha sido lo más complicado de trabajar en estas condiciones?
Aunque parezca paradójico, se hace especialmente complicado volver a casa, porque no sabes si te has contagiado y por ende, si puedes contagiar, en mi caso, a mi mujer y a mi hijo.
¿Ha tenido miedo en algún momento?
Sí, bastante, además.
¿Estamos suficientemente concienciados con el problema o la desescalada nos está llevando a la relajación?
Estoy observando que la ciudadanía se piensa que esto ha pasado, aunque hay que subrayar a la gente que sí se lo sigue tomando en serio. Sin embargo, si existe ya esa relajación, pues ves a muchas personas sin mascarillas, sin guantes y sin mantener las distancias de seguridad.
¿Cree que la sociedad reconoce ahora más su trabajo?
Yo creo que cuando pase esto volveremos a ser ‘los estorbo’ de la carretera y se olvidarán pronto de todo lo que hemos hecho para que no les falte de nada en casa.
Estaciones de servicio se han solidarizado con ustedes, ¿ha visto a la ciudadanía más solidaria en este tiempo?
Con respecto a las estaciones de servicio, tengo que destacar a Repsol, pues ha sido la única que se ha solidarizado con nosotros. Nos ha regalado café. Nos han proporcionado duchas, aseos limpios… a todos ellos, gracias.
En lo que respecta a la ciudadanía, la verdad es que durante estos meses nos han aplaudido y dado ánimos, pero considero que el ser humano olvida demasiado rápido las cosas.